sábado, 1 de abril de 2023

Confesiones de un corazón roto.

Anoche me rompieron el corazón. O yo me lo rompí sola. No pretendo asunciones de responsabilidad en hombros que no corresponden. Tampoco quiero hacerme mierda yo solita. Sé que voy a estar bien pronto. No es ni será la última vez que estaré rota. Tengo que aprender a andar con más cuidado. Para la próxima vez será. Aún tengo toda la mierda de Disney en mi cabeza. Tengo que protegerme más y ser más firme con mis límites. Me siento ingenua por hacer cosas con audacia conociendo mis vulnerabilidades. Estoy hasta las huevas. Mi capacidad de ilusionarme se vino arriba, pero arriba, arriba. Y confundí todo, todo. O quise confundirlo. Yo estuve viviendo una película de comedia romántica alucinante que tenía una fecha de vencimiento, solo que yo, en algún momento pensé que no tenía por qué terminarse. Y ahora, para mí, en lugar de que sea un recuerdo alucinante, me ha lastimado. Y quien me preguntó si yo rompía corazones, tenía razón, sí rompo corazones, pero los míos, los míos en cada etapa de mi vida.

Como decía, sé que voy a estar bien. Solo que hoy, no.